Un cosquilleo como un beso de ojos.
Dorian se reconoce, es algo nuevo para ella pero siente la
necesidad e intenta serenar al ave entre sus manos.
La demencia es una enfermedad que afecta a la razón pero Dorian
también es artista.
Vive en un mundo sin voz porque la piensa inútil,
le obsesiona sentir, ser libre o salvaje como el remolino
que aún guarda entre sus manos.
El calor que late es
rojo animal y suave.
Su pasión es escapar, luego quizá quiera volar; el ave también
lo quiere para él pero no le queda más hueco ya que la cicatriz de sus arrugas.
Dorian
lo ha encontrado esta mañana en la habitación y lo ha hecho suyo, estaba en el
alféizar de su ventana y no podía volar por eso lo ha cogido. Se lo ha quedado. Ella sabe reconocer las buenas obras
porque
es artista.
Intenta escapar y lo agarra.
Intenta escapar y lo agarra.
Intenta escapar. Y lo agarra fuerte.
Ahora es más calor.
Se funde. El ave se escapa
líquido entre sus dedos, ya es libre y aunque el calor ya no late sigue
siendo
rojo animal,
y suave
como la miel
y la témpera.
La demencia es una enfermedad que afecta a la razón pero
Dorian también es artista.
La témpera.
Hoy Dorian se ha levantado más artista y ha sorprendido al
personal del centro.
Hoy Dorian ha decorado los muros de su dormitorio.
Hoy, Dorian se ha impregnado las manos de témpera roja y ha
vuelto a sentir que también es artista.
Le incomoda. Le incomoda vivir ahora
que no queda témpera, ahora que se seca la pintura de sus manos, y sus propias
manos y sus uñas.
Le incomoda vivir ahora que deja de ser artista,
ahora que nota su razón,
seca.
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