"El secreto está en saber escuchar esas voces dormidas"
Lucas Palafox, 1987

domingo, 14 de junio de 2015

VIAJE AL NORTE

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          Viajé una vez al norte; allí el verde es un olor que empapa las piedras de unas aldeas vacías, el silencio te alivia el alquitrán de la cabeza y los ancianos tienen cara de un pulmón enorme y puro. En el norte no hay relojes, pero sí perros que se tumban junto al postigo y verdina en los muros y en las fuentes. Es diferente al sur. Todos los colores que aquí mueren de sol se intensifican allá en el norte por la humedad, creo. Entonces el verde es más verde y el azul más azul; y el pardo no consume los ojos, ni allana las laderas, ni cubre las dehesas, ni envejece las iglesias, ni seca la comida de las bestias.
No hay cemento en el norte. Los gallos nacen los días, y el despertar es un polvo descalzo y frío bajo mis pies. La comida es sápida; el tomate es tomate, el pimiento pimiento y las acelgas nacen de la tierra, como las farolas de Madrid. 


Transformamos vino en palabras aquella tarde.
Tres se unieron en un silencio que dejó desnudos los recuerdos allá dentro.
Y yo, dormí en un risco,
en calma;
desde mis ojos.



Por una semana fui un viaje al norte.
Una terma entre gargantas.
Tres

a
   
                l       o

n
               d                                                                r        a


   s.







 

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