"El secreto está en saber escuchar esas voces dormidas"
Lucas Palafox, 1987

domingo, 13 de octubre de 2013

LOS ANTIGUOS


    
     Podrían coger tu cuerpo, fotocopiarlo, esculpirlo en roca, mármol o cera, recrear la copia más exacta jamás imaginada y sin embargo, no serías tú. Porque no somos el envase sino el contenido, estamos hechos de historias dispuestas a ser transmitidas y eso queda reflejado en todo cuanto hacemos, todo cuanto decimos, a cada expresión, a cada palabra porque somos el reflejo latente de nuestros antiguos. Ahora soy yo el que escribe pero he logrado comprender que muchos son los que dictan desde atrás, que estas manos que ahora reposan sobre el teclado son las mismas que hace cuarenta años ordeñaban el ganado en la cuadra de una pequeña aldea no muy lejos de aquí y que como mis pecas, son memoria de mi madre. Que mis ojos son guía como los fueron los ojos de mi padre y que en ellos queda impregnada la confianza de mi abuelo al caminar. La vida no acaba en la muerte, nadie puede hacer desaparecer el agua de un vaso rompiendo el cristal que lo guarda porque al igual que pasa en la vida, el contenido permanece. Se que es fácil hablar, incluso más escribir sobre la resistencia al miedo que la muerte irradia, pero quizás sea ella la que algún día te demuestre mis palabras. No es sencillo ver a tu abuela sobre un lecho de flores, rodeada de coronas que rezan mensajes de despedida, oculta tras un rostro inmóvil, falta de esa sonrisa que antes la llenaba de luz, pero si de verdad crees en lo que te revelo aquí, si de verdad haces caso a la sinceridad de mis palabras entenderás como yo que ella aun sigue aquí y fue al sentir la mano de mi padre sobre mi hombro cuando tuve la certeza de que nunca se iría, estamos hechos de historias y allí estaba él para atestiguarlo, igual que sus hermanos y sus nietos también repletos de ellas, dispuestos todos ellos a revivirlas, dispuestos a continuarlas, porque una familia se construye sobre el pilar de sus antiguos. 

     Mi abuela hace semanas que se fue pero permanece en mis vivencias, tan nítida como el lunar que adornaba su frente.



3 comentarios:

Daniel Casado dijo...

Toda la razón.

Unknown dijo...

Nuestro recuerdo es la eternidad de los caidos. La abuela siempre estara en nuestros corazones.

Una madre enamorada dijo...

Que bonito me ha gustado mucho

 

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