"El secreto está en saber escuchar esas voces dormidas"
Lucas Palafox, 1987

jueves, 4 de julio de 2013

POR UN INSTANTE



 “Seamos girasoles”, dicen, y pasan la mañana en la colina, silenciosos, admirados, acogidos por la caricia de los tibios rayos de un sol cambiante. Solo ellos saben que nada de eso les puede ofrecer el hombre adulto, nada que pueda ayudarlos en su afán por escapar de un mundo gris, absurdo, nada que no haya sido corrompido antes, nada que calme un alma en construcción como es la de un niño, por eso huyen de él y buscan en la naturaleza desnuda de mentiras, un nuevo instante donde vivir. “Seamos caracolas”, sonríen, y descienden hasta la playa, para tumbarse en la tarde sobre la arena, relajados, serenos, acunados por la apacible melodía de unas olas invisibles. No hay sonido ni aroma comparable en su ciudad. No hay nada ya que les incite al regreso. Por eso, cuando cae la noche, no dudan, no quieren volver y deciden escapar. “Seamos estrellas”, celebran, y estiran sus brazos hacia ellas, inútiles, angustiados, atrapados inexorablemente, en ese mundo gris del hombre adulto.


Este microcuento nace de una pincelada encontrada en un artículo de la revista Kokoro y cuyo autor es Antonio F. Rodríguez. 
Os animo a echar un vistazo o mejor dicho una lectura al artículo,  a veces puede ocurrir que de un instante, surja una historia.
http://revistakokoro.com/lalenguatetienta.html

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